Comentario de la imagen: la infancia se termina cuando comienza el trabajo.
DESCRIPCIÓN DENOTATIVA DE ESTA IMAGEN
La
imagen objeto de este comentario es, según su técnica, una
fotografía con superposición de infografía en el área inferior.
Atendiendo a su finalidad, es un ejemplo de publicidad
social, ya que no busca estimular la compra ( en este caso,
incluso lo contrario, porque es un modo de promover una compra
responsable, solidaria y desde el conocimiento y la conciencia) sino
dirigir la atención del público hacia una causa social: la
explotación infantil, en concreto, en los talleres textiles
clandestinos de los países más desfavorecidos. Y todo eso lo cuenta
la fotografía.
Se
trata de una imagen prácticamente cuadrada en formato digital,y
en cuanto al contexto comunicativo, pensada probablemente para
ser publicada en una página web, como cartel en una campaña
publicitaria urbana o incluso en una revista.
En la
escena, nos encontramos ante una figura principal, un
oso de peluche ante una máquina de coser, en un puesto de
confección, probablemente de una fábrica. Se adivina otro puesto a
su derecha con una figura en sombra y detrás del oso, un biombo que
marca el final de la zona de trabajo de la nave y el comienzo del
almacén del que se surten los puestos.
El
oso parece estar empleando una máquina industrial sencilla para
coser una pieza de tela tras la que tiene una cinta de medir un
metro de profesional de la costura) y un segundo carrete de hilo de
otro color, que sugiere un cambio en el tipo de piezas en algún
momento y, por lo tanto, muchas horas de trabajo hasta que toque
sustituir el primer carrete de hilo, que es de tamaño industrial.
En la
composición, destaca en el centro de la imagen y con mayor
nitidez que el resto( la imagen se desdibuja según nos vamos
alejando de ese centro) la figura principal, la de más peso
visual , compuesta por la máquina de coser en primer plano y que
nos sitúa como espectadores de primera fila, y el cuerpo del oso
justo detrás, con una posición un tanto encorvada, la mirada fija
y perdida y un semblante serio, casi triste. Son, en ese orden, los
elementos de mayor nitidez y tamaño de la fotografía, en
posición central y una angulación normal, a la altura de los
ojos, que suele usarse para transmitir al espectador que alguien es
inferior o inocente.
El
oso es el elemento que llama más la atención por situarse más a la
derecha ( según la ley de los tercios, que trata la
distribución del espacio dentro de la imagen que genera una mayor
atracción respecto al centro de interés y que en esta imagen en
concreto señala dos puntos de interés, la máquina y el
propio oso) y por su textura peluda (y cálida) que se
contrapone al aspecto liso de la máquina fría (como el entorno) y
metálica. Contraste entre lo vivo y lo inerte.
Además,
tiene cierta iluminación cenital y mientras que su parte
izquierda aparece más clara, la derecha está ligeramente
oscurecida por estar en sombra. En el resto de la fotografía, la
luminosidad es escasa, con una iluminación artificial
y tonos apagados. Destaca, por contraste, la figura del
fondo, que es una sombra oscura sobre una pared iluminada y que
sujeta un carrete de hilo blanco. Este contraste de luz y
sombra y la posición en escorzo de la figura le dan un
aspecto un tanto vigilante e incluso amenazante.
La
tela que está en primer plano, presenta numerosos pliegues que nos
permiten percibir sus grandes dimensiones, pero se oscurece y
desdibuja al caer desde el puesto hacia el suelo creando una figura
no reconocible. Su posición más baja en la composición,
pese a que su nitidez es menor, junto con su color magenta más
llamativo y cálido, la dotan de cierta fuerza en la fotografía
y ese color vuelve a aparecer en el carrete que está sobre la
máquina, conectado los dos puntos y obligando a la vista a fijarse
en el carrete de hilo, lo que lleva, en el mismo plano, al oso, a la
derecha y a la figura en sombra, a la izquierda.
El
resto de colores de la fotografía son apagados y neutros y no
conectan entre sí, lo que refuerza el contraste y transmite una
sensación de aislamiento y tristeza.
En la
esquina inferior izquierda, puede leerse en inglés , un eslogan “
la infancia acaba cuando empieza el trabajo” y a la derecha, unas
siglas APAV, que son de la Asociación en Prevención y
Asistencia de la Violencia, un organismo que entre sus objetivos
tiene actividades de sensibilizacion, intermediación, atención ,
orientación y seguimiento a las víctimas de violencia de
cualquier naturaleza.
La
infografía es pequeña y no quiere restar protagonismo a la
imagen, que tiene mucha fuerza.
El
grado de iconicidad
es alto, ya que se trata de una fotografía que, según la escala de
iconicidad de Moles, se sitúa en el primer puesto, aunque
no es realista porque se
ha optado por emplear un oso de peluche como representación de un
menor, de la infancia.
Destacan una serie de lineas horizontales de fuerza o interés en un encuadre horizontal; la que conecta a la misma altura la parte superior del biombo con la parte superior de la figura en sombra, y otra linea horizontal que va desde la superficie del puesto del oso (parcialmente tapada por la tela) a la superficie de trabajo del puesto de la izquierda, que está a la misma altura.
Destacan una serie de lineas horizontales de fuerza o interés en un encuadre horizontal; la que conecta a la misma altura la parte superior del biombo con la parte superior de la figura en sombra, y otra linea horizontal que va desde la superficie del puesto del oso (parcialmente tapada por la tela) a la superficie de trabajo del puesto de la izquierda, que está a la misma altura.
DESCRIPCIÓN CONNOTATIVA DE ESTA IMAGEN
La
imagen que centra este comentario es la de un taller de confección,
probablemente en una nave industrial, en la que un oso de peluche con
expresión triste y apagada , representa a un menor ( niño o
niña) en uno de los puestos de la fábrica textil, para denunciar
la explotación que este tipo de industria hace de los menores más
vulnerables.
Por
lo vetusto de la máquina de coser, es más que probable que se trate
de un país pobre en el que grandes naves se llenan de puestos como
éste. La proximidad del puesto de detrás sugiere cierto
hacinamiento y la figura oscura que en él se recorta contra la
pared del fondo, aislamiento de cada uno frente a los demás a
la vez que vigilancia y supervisión de alguien que, sin ser
necesariamente un adulto, sí es más mayor y está girado en
posición de control e incluso amenazante o de autoridad.
El
lenguaje corporal de las dos figuras (la amenazante en la
sombra y la del oso-niño) nos habla de sometimiento, de
explotación de menores que pasan en ese puesto y en condiciones
muy precarias , muchas más horas de las que las leyes
permitirían pasar a un adulto en cualquiera de los países de
nuestro entorno, trabajando en unas una situación de invisibilidad,
insalubridad y sin las mínimas garantías en lo referente al
respeto de sus derechos, lo que además resulta injusto e inmoral.
El
hecho de situar la cámara en un ángulo normal, nos hace
mirar la escena desde cerca y valorar la injusticia del menor, del
explotado, como para provocar alguna reacción. El encuadre
horizontal y la
angulación normal , nos acercan a la imagen como si fuésemos
testigos en primera persona. Esto busca provocar una emoción y una
reacción.
Volviendo
al contexto comunicativo desde un plano connotativo esta vez ,
tenemos una página web, una revista o cualquier enclave que acoja un
cartel como canales posibles, con la APAV como emisor,
como nosotros, lectores o espectadores como receptores, un
código de imágenes y símbolos conocidos por ambas partes y
un contexto de denuncia social en el que se nos exhorta, como
finalidad última, a reaccionar y hacer algo ante y contra la
causa social que se denuncia: la explotación infantil del lado pobre
del planeta para la confección de la ropa que el lado rico del
mundo viste sin miramiento ni consideración.
Como
conclusión, creo que se trata de un ejemplo de publicidad
social de gran impacto emocional por su estética clara
y su simbolismo sencillo de interpretar, que pretende llegar al
gran público y cambiar conductas sociales como los hábitos de
compra a medio y largo plazo y la creación de una conciencia
colectiva que defienda los intereses de todos ( sobre todo de los
menores) frente a la codicia de unos cuantos.
La
imagen nos enseña la cara B del mundo de la moda, lo que no nos
enseñan y nosotros tampoco queremos ver. Lo que justificamos porque
esto es lo que hace la ropa asequible ( lo cual es incierto) y porque
es un elemento de injusticia más hacia los más vulnerables, uno de
tantos. Creo que es una campaña efectiva destinada a remover
la conciencia del usuario de a pie. Y conmigo, lo ha conseguido.
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